domingo, 9 de mayo de 2010

El Tigre y las Hormigas

Pero, antes, algo de lo que siguió a la revolución encabezada por Tupac Amaru.
-Porque después que el líder de indígenas y mestizos fuera descuartizado en la plaza pública, la rebelión continúo por un largo tiempo,
- Y las fuerzas de aborígenes y mestizos llegaron a sitiar a la ciudad de La Paz, nada menos que por 109 días.
- La intervención de la Iglesia, dicen los historiadores, logró que el pueblo de esas tierras -aún no existía la República de Bolivia- depusiera la resistencia a las disposiciones imperiales de España.

- A nosotros nos parece que esta lucha no se quedo ahí. Seguirán largos períodos de golpes militares...inestabilidad social constante, en la que los de siempre y como dueños de tierras, empresas y capiteles, usaron a los de abajo para lograr su fines.
- Su único fin era controlar del Gobierno aprovechándose de las angustias de los de abajo...
- Tal es así, que apenas creada la República de Bolivia,..
- Llamada así en homenaje a Simón Bolívar...
- Aún que él al principio no estaba de acuerdo con que la Audiencia de Charcas se convirtiera en una República más, terminó por aceptar la creación y redactó para el gobierno de ese Estado una prolija constitución que hoy llamaríamos democrática. Al menos daba voz a las mayorías populares.
- Pero ¿ qué pasó ?
- Creado el Estado Boliviano independiente, apenas Bolívar regresó a la Gran Colombia que había organizado con Colombia, Venezuela y Ecuador como una confederación de países con un gobierno central, las tropas colombianas que estaban al mando de Sucre en Bolivia, se levantó en armas y así comenzó la serie
de golpes militares que -hasta hace poco- parecían ser la manera de gobernar a ese país.
- Sí, porque es larga la lista de golpes militares y asonadas... Muy larga. Siempre los de arriba tratan de imponer de cualquier modo su autoridad...
- Para sacar ventaja, claro, y abusar de su poder.
- Y eso ocultando sus intenciones bajo palabras de patriotismo. Fíjate que una de estas primeras dictaduras, bolivianas, la de el general Santa Cruz, organizó la Confederación peruanoboliviana que llevo a Chile a una guerra...
- Guerra que ganó con la batalla de Yungay. Pero los conflictos sociales siguieron en Bolivia. Y se sucedieron las dictaduras.
- Ahora, si te fijas en un mapa de América, Bolivia ocupa el centro del continente. Limita con Brasil, Chile, Argentina, Perú y Paraguay...
- País con el que ha tenido dos guerras,.. Por territorios chaqueños, digamos.
- Bueno, si. Pero a pesar de dictaduras, de la marginalidad del pueblo, del poder de los oligarcas, acuérdate que Ernesto Che -Guevara muere en territorio boliviano en un intento por liberar a al pueblo de la explotación a que estaba sometido.
- ¿ Estaba, dices?
- Sí. Digo que estaba, porque la constitución que acaba de promulgarse en Bolivia, da lugar para que la democracia comunitaria se ejerza, no sólo a nivel local, en el mundo rural y en las selvas, sino a nivel nacional.
- ¿ Cómo así ?
- Incorporando principios éticos y morales propios de los pueblos aborígenes, así como reconoce como idiomas oficiales de Bolivia las lenguas nativas y establece su uso obligatorio en el ámbito público.
- Me parece que todas esas medidas llevarán al pueblo boliviano a una manera de gobernar nueva... Sin dictaduras militares o civiles, que muchas veces no se ven uniformes en las dictaduras...
- Así me parece que es. Se uniforman de otra manera.
- Pero, bueno. El cuento que íbamos a contar... ¿ Por dónde se nos quedó ?
- Ciertito oye. Y se nos ocurrió contarlo porque muestra bien la visión que Oscar Alfaro tiene del tema de poder. Mucha gente dice que nada se puede hacer contra los abusos y atropellos porque el sistema lo domina
y maneja todo.
- Que el sistema socioeconómico sería un monstruo imbatible.
- Pero Alfaro nos cuenta de las hormigas y el tigre y el resultado de ese enfrentamiento.

Cuento El Tigre y las Hormigas (del pájaro de fuego y otros cuentos)

Una hormiga colorada caminaba por las zarpas de un tigre dormido, cuando éste despertó y...

-¿Cómo te atreves a caminar por las garras del animal más feroz de la tierra?

—Perdóname, lo hice sin darme cuenta.

-Eso es todavía mayor delito, no darte cuenta de que estás frente a un tigre, no temblar de terror ante su sola presencia.

—Es que no corro peligro frente a ti. Tú no me puedes devorar, en cambio yo...

-¿Qué ibas a decir?

-Que yo sí puedo devorarte.

-¡Qué insolencia sin nombre!... ¡Muere, insecto vil!...

Y el tigre lanzó una tremenda dentellada, pero sólo logró morderse la pata. Y la hormiguita quedó ilesa.

-Yo y mis hermanas podemos vencer a todos los tigres del mundo -habló de nuevo la hormiguita.

El tigre echó llamaradas por los ojos.

-¡Te mataré como a una pulga! -Unió sus poderosas zarpas, sin conseguir atrapar a su pequeña enemiga.

—Me voy, ya ves que no puedes hacerme nada —dijo entonces la hormiga-, y no olvides que mi desafío queda en pie. Las hormigas que constituimos la multitud podemos vencer a cualquier tirano sanguinario

Y se fue, levantando la cabeza altivamente.

El tigre sufrió un ataque de nervios de pura rabia.

-¡No dejaré hormiga en pie sobre la tierra! -bramó. Y se fue siguiendo los pasos de nuestra diminuta amiga, que muy dueña de sí misma caminaba hacia el hormiguero.

-Si dejo que una simple hormiga me falte el respeto, ¿ qué no harán los demás animales ? -seguía razonando el tigre, mientras los ojos se le llenaban de sangre.

La hormiguita, al parecer, ajena a la persecución de su feroz enemigo, seguía caminando sin dignarse volver la cabeza. Llegó al hormiguero, abrió la puerta, entró y la cerró con la mayor tranquilidad.

-¡Aplastaré el hormiguero de un solo zarpazo! -dijo entonces el tigre y ¡zas! el gran rascacielo de las hormigas se vino abajo ruidosamente.

-¡Terremoto!... ¡Terremoto!... -gritaban las pobrecillas, corriendo de un lado para otro, sin saber en qué sentido orientarse.

-Nada de terremotos. ¡Es el tigre que nos ataca! -dijo la hormiga que había lanzado el desafío-. Prepárense para defenderse.

El tigre, después de aplastar el primer hormiguero, saltó sobre el próximo y lo hizo polvo. Luego sobre el siguiente... Y así continuó hasta no dejar ni un solo hormiguero sobre la selva.

-¡He destruido todas sus ciudades fortificadas! ¡No quedará ni una hormiga viva para contar la historia! -dijo al fin, frotándose las zarpas con satisfacción.|

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.De repente sintió un fuerte escozor en la punta de la cola, después en una pata, luego en la otra y en la otra. Eran las hormigas que le trepaban por las cuatro patas, formando cuatro gruesas columnas.

El tigre trató de escapar, pero era imposible. Toda la selva estaba cubierta de hormigas.

-¡Defiéndete, ahora, tirano carnicero!... -le gritaron enfurecidas.

En menos de lo que se tarda para contarlo, el tigre se convirtió en un montón hirviente de hormigas y rodaba por el suelo, lanzando horribles rugidos de dolor.

Después de una hora de revolcarse en la tierra, el pobre tigre entró en agonía. Antes de que expirara, la hormiga que había lanzado el desafío se le paró sobre la nariz y le dijo:

-Comprende ahora que tu poder no es ilimitado. Y que la multitud enfurecida puede acabar con el monarca más poderoso de la tierra.

El infeliz oyó esto sin comprender una sílaba porque ya tenía los ojos nublados por la muerte. Y cuando el día clareó sobre la selva, sólo se vio el esqueleto blanco de un tigre, levantando las zarpas al cielo.

¿ Intentaremos alguna vez, como se está intentando en Bolivia, hacerle collera al tigre ?

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El Hilo de Agua

Los del challanco y OTRO cuento infantil "El hilo de agua."
Así volvemos a encontrarnos con Oscar Alfaro quién a juicio nuestro se lo merece,
como se lo merece la actual República de Bolivia, ¿Por qué? Porque La Constitución recién aprobada establece el derecho de los pueblos aborígenes a participar del Gobierno de la República. Y nos parece curioso que los medios que de información que circulan en este Chilecito no hayan divulgado esa noticia. Y esa determinación de la Asamblea Constituyente, ese reconocimiento constitucional a los pueblos aborígenes, nos parece un primer golpe al racismo operante en la mayoría de las sociedades de nuestro continente.
Además, nos parece, que ese reconocimiento a los pueblos aborígenes y su derecho a participar del Gobierno de la nación en cuyo territorio trabajan, crean y sufren se irá extendiendo por toda la América Morena.
De allí que sea bueno dar a conocer la Literatura boliviana, casi tan desconocida entre nosotros como la nueva Constitución de esa República, especialmente cuando los escritores de ese país nos cuentan de los símbolos y los valores que dan forma a la cultura aborigen, y lo hacen libremente y sin acondicionarla a los intereses de los extranjeros. Esa actitud de respeto y reconocimiento, -digamos por el indio o por lo indio- a las expresiones y los valores de los pueblos aborígenes aún no se generaliza en las repúblicas de nuestra América. Pero la Cultura de aimaraes, quechuas, guaraníes y otros núcleos humanos de menor población sigue vigente en diferentes lugares de lo que fuera el Imperio Incásico o Tahuantinsuyo, pues todos mantienen el entramado social que les permite conservar los fundamentos de sus culturas.
También se sabe poco de la historia de Bolivia. Durante la Colonia, funcionó en Chuquisaca esa suerte de Corte de Justicia, llamada Real Audiencia de Charcas, institución imperial encargada de hacer Justicia entre los colonizadores de esa región. El actual territorio boliviano estaba dividido entre los Virreinatos del Perú y de la Argentina. Es bajo la administración virreinal, en 1780, que el cacique de Tungasuca, José Gabriel Condorcanqui -a quién la Corona Española había otorgado el título de Marqués de Oropesa- dirige la sublevación de indios y mestizos de esa región. Ocupa la ciudad de Tinta y, luego de derrotar varias veces a las milicias imperiales, intenta ocupar la ciudad del Cuzco, -el Ombligo del Mundo en quechua- pero sus quince mil hombres son derrotados por las tropas imperiales y Tupac Amarú como pasará a la Historia José Condorcanqui fue hecho prisionero.
Historiadores españoles contemporáneos registran hechos históricos. Como causas para la sublevación de los pueblos de esas tierras.» Manuel Rodríguez Lapuente escribe:
En muchos lugares hubo por esta época levantamientos de indios como protesta
contra los abusos de las autoridades, y principalmente de los corregidores, contra el
cobro de los tributos, contra los trabajos forzados y en general por los malos tratos de que eran víctimas."
Y agrega: " En Mayo de 1781 fue ejecutado -Tupac Amaru- usando para ello de una crueldad que coloca a las autoridades al nivel de las turbas salvajes del ajusticiado." Pero no cuenta que a Condorcanqui se le descuartizó. Tendido en la plaza de armas de La Paz, sus extremidades fueron atadas a cuatro caballos que, a una orden, partieron arrancándole las extremidades.
Pero "El hilo de Agua" no nos habla de éstas atrocidades; no. Nos muestra otros caminos para hacer justicia.

"El hilo de agua" (del pájaro de fuego y otros cuentos)

Era un hilo de agua que saltó de la roca y comenzó a corretear cuesta abajo. Un pájaro bajó a bebérselo y él dijo:

-No me tomes todavía, que soy muy pequeño y me consumirás todo.

-¿Pero qué más quieres? Así te llevaré volando por el aire, mientras que, arrastrándote como gusanillo, nunca llegarás a ninguna parte.

-Llegaré. Ahora mismo estoy en camino hacia el mar.

-¡Pero qué optimismo! No comprendes que el mar está a miles de kilómetros de aquí, que hay que atravesar montañas, desiertos, en fin, casi toda la tierra?

-No importa, ya llegaré.

El pájaro no quiso escuchar más y echó a volar.

El hilo de agua siguió arrastrándose centímetro a centímetro. En todo el día sólo logró avanzar unos metros y luego la tierra se lo chupó.

Sin embargo, él siguió tironeando hacia arriba para salir a la superficie. Tuvo que humedecer el camino, que era el tributo pagado a la tierra, para que lo dejara seguir adelante.

Así fue hilvanando el camino con reflejos plateados. Una puntada aquí y otra más allá. Tenía que aprovechar las noches para caminar con mayor soltura.

Ya pasaba un mes que andaba por el camino, ya había crecido bastante, aunque estaba tan delgado por el esfuerzo, que en algunas partes se cortaba. Un día encontró en el campo a otro hilo de agua, que se detuvo a preguntarle:

-¿A dónde vas tan apurado?

-Voy al mar.

-¿Cómo te atreves a pensarlo siquiera? Si eres tan pequeño...

-Llegaré.

Iba a seguir adelante, cuando se detuvo y le dijo:

-¿Por qué no me acompañas tú? Unidos seremos más fuertes y llegaremos más pronto.

El nuevo hilito, después de unas cuantas vacilaciones, se unió. Y los dos continuaron el camino. De pronto, retrocedieron, espantados, al borde de un precipicio.

—¡Cuidado, que nos desbarrancamos!...

—¡Adelante, que no hay otro camino!

-¡Entonces no voy contigo...!

-Ya es tarde..., ¡salta!

En efecto, ya era tarde. Y los dos hilos de agua, abrazados y temblando de susto, cayeron barranca abajo, hasta tocar el fondo. Allá se quedaron toda la tarde, tratando de encontrar una salida. Por fin la hallaron y se lanzaron al campo abierto.

Caminaron un día más y de pronto vieron un nuevo hilo que se adelantaba tímidamente hacia ellos.

—¿Adonde es el viaje? -le dijeron.

-Vengo de la hacienda, perseguido por las ovejas, que me beben y no me dejan seguir adelante.

-Te hemos preguntado adonde te diriges.

-A cualquier parte, pero quiero viajar...

—Pues no lo pienses dos veces y vente con nosotros.

Ahora eran tres y formaban una pequeña corriente. Más allá encontraron una ciénaga negra.

-¿Qué haces aquí, perezosa?

—Me eché a descansar hace algunos años y no tengo deseos de ir a ninguna parte.

—Mira que por falta de actividad te estás quedando paralítica.

-Y te estás pudriendo en vida. Ven con nosotros, que la vida no es estancamiento sino lucha y actividad.

Después de mucho esfuerzo, por fin movieron agua estancada, que se puso en camino lentamente.

-¡Pero qué sucia estás y qué maloliente...! -le dijeron al poco de andar.

-Eso es por haber estado tanto tiempo ociosa.

Pero a medida que caminaban, el agua estancada se iba poniendo más ligera y pura, pues dejaba todas las suciedades en el camino.

-Ahora veo que el trabajo purifica el espíritu -admitió ella.

Al otro día hallaron a todo un arroyo, que se dedicaba a saltar por entre las peñas.

-Si convencemos a éste de que nos acompañe, seremos invencibles.

Y el arroyo juguetón no se hizo de rogar para unirse a los viajeros. Y después del arroyo vino un pequeño río. Luego otro más grande y otro más. Ahora formaban una corriente colosal que pasaba rugiendo por los campos. De pronto todos los viajeros lanzaron un grito:

-¡¡El mar!!...

Y era el mar soberbio y majestuoso.

—¡Éste es el triunfo soñado! —dijo el hilito inicial—. ¿Dónde estará ahora el pájaro que se burló, cuando aprendía a caminar?

-Estoy aquí y confieso mi error -dijo el ave, apareciendo en el cielo-. Pero tienes que reconocer que, sin unirte a los otros, jamás hubieras llegado,

-Claro que no. Sólo la unión hace las grandes cosas. Esto lo saben los hombres más que yo -dijo el hilo de agua y se lanzó al mar.



¿No les parece que la unión con objetivos claros,de los hilos de agua puede lograr que cambie el mundo.?

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Recuerden que sus opiniones son importantes


Pajaro de fuego







Empezaremos por un escritor boliviano: Oscar Alfaro

Nació en Tarija, en 1921; murió en La Paz, en 1963. Se han publicado sus libros: "Canciones de lluvia y tierra", "Bajo el sol de Tarija", "Cajita de música", "Alfabeto de Estrellas", "Cien poemas para niños", "Colección de cuentos infantiles", y en Chile, en 1990, "El pájaro de Fuego y otros cuentos".


EL PÁJARO DE FUEGO

Era un pájaro bellísimo, de color tan rojo que parecía una llamarada volando por el aire. Si se paraba en un alero, el dueño de la morada inmediatamente salía gritando: -¡Auxilio! ¡Hay fuego en el techo de mi casa!... -Y al punto le arrojaban chorros de agua, con lo cual aquella llama viva se lanzaba otra vez al cielo. Si se paraba sobre un granero, los ratones se llevaban el susto más grande de su vida. -¡Sálvese quien pueda! ¡Ha caído una brasa en el granero! ¡Pronto comenzará el incendio!... -Y escapaban despavoridos. Una vez se lo vió bajar hasta el borde del río, tocar el agua y levantarse de nuevo. Entonces se lo creyó una brasa encantada, pues tocaba el agua y no se apagaba, además de tener la virtud de volar. Pero aquel pájaro maravilloso no creía ni remotamente estar hecho de fuego y más bien él soñaba con parecerse a una flor, que él conceptuaba como la encarnación de la belleza. -Yo soy la flor del aire. Mi tallo es tan largo como el hilo de un volador y me permite ir adonde quiero -decía alegremente. Pero los demás pájaros no creían en su tallo imaginario, además de que sus formas no tenían nada de común con la flor. -¿Dónde se ha visto una flor con pico? -decían. -¿Y una flor que cante?... El pájaro encendido escapaba entonces de tantos incrédulos y se daba a vagar, ardiendo, por los aires. Un día se dijo: "Me posaré sobre un árbol seco y lo alegraré con mis colores. Él sí creerá que soy una flor." Y se sentó sobre un ceibo partido por un rayo. Allí, rojo y vistoso, parecía una extraordinaria flor encarnada. Abrió las dos alas radiantes y las elevó a los cielos semejando entonces una flor bipétala. Su identidad era perfecta, pero le faltaba una cosa: el perfume. Se dejó caer entonces sobre unas flores silvestres que crecían al pie del árbol y aleteó sobre ellas un largo rato. Cuando se consideró suficientemente perfumado, voló de nuevo a la punta del ceibo y adoptó la posición anterior, mejorándola todavía, pues se paró sobre una sola patita, que semejaba muy bien el tallo de una flor. Estuvo así muchas horas seguidas y empezó a sentir hambre. En esto se presentó una mariposa, dispuesta a libar la miel de la supuesta flor. El pájaro se la tragó en un santiamén y volvió a quedar inmóvil. -¿Qué flor tan extraña es ésa, que se traga a nuestra hermana? -dijeron las demás mariposas, asombradas. -Vamos a averiguar lo que pasa. -Una tras otra volaron hacia el pájaro y corrieron la misma suerte. Todos los insectos se alarmaron ante aquella flor carnicera que se alimentaba de mariposas, pero el pájaro estaba radiante. Y después de saciar su apetito cogió a una mariposa azul y se la colocó al cuello de collar. Luego se puso a cantar alegremente, olvidándose de su oficio de flor. —¡Pero qué raro! ¡Es una flor musical! —dijo una avispa. -No es ella la que canta. Tiene un grillo en el corazón -contestó la libélula. —Eso es absurdo —dijo la langosta. —¡Y qué perfume tan exquisito!... —siguió diciendo la libélula. —¡Y qué color!... ¡Si parece un lucero!... —Bueno, esta flor se parece a muchas cosas. Iremos a examinarla... -dijeron las avispas desconfiadas. Volaron sobre "la flor" y la rodearon. -Libaremos su miel, que debe ser deliciosa... Pero apenas se acercó la primera avispa, el pájaro levantó el pico y ésta retrocedió asombrada. -¡Vengan todas! ¡No es una flor, sino un pájaro disfrazado!... -¡Hay que matarlo a flechazos! ¡Es un peligroso impostor! Y las avispas desenvainaron sus espadas y se lanzaron sobre el ave. En ese momento el ceibo se estremeció, como volviendo de otra vida, y habló así: -¡Hermanas avispas, no sacrifiquen a esa flor bellísima!... Las atacantes pararon el asalto y se miraron unas a otras, llenas de sorpresa. -¡El árbol muerto ha revivido! -exclamaron a coro. -¡Y esa flor extraordinaria fue quien hizo el milagro de resucitarme! -confesó el ceibo viejo. -¡Pero si no es una flor sino un pájaro disfrazado!... -Aunque así sea. Él me revivió con una mentira piadosa. Al sentirlo en mis ramas creía que era una flor mía y me dije jubiloso: "Aún puedo florecer". Entonces la vida comenzó a circular otra vez por mis gajos muertos. Y aquí me tienen nuevamente, cubierto de flores... Y en efecto, el ceibo repentinamente se había llenado de grandes flores rojas, tan grandes como el pájaro. -¡Te perdonamos todo por haber resucitado una vida con sólo una hermosa mentira! -dijeron entonces las avispas, guardando sus aguijones, y se dedicaron a libar la miel de las nuevas flores del ceibo.


¿Captó usted el mensaje? Ese pájaro que en la naturaleza no existe, se hace pasar por flor y da nueva vida a un árbol viejo o muerto, que lo defiende ante la agresión de las avispas. ¿Nos dice el autor que la bondad, disfrazada o no, puede realizar milagros?

Quizás nos diga eso. Más... El caso es que ante la agresión de las avispas el árbol resucitado - Un Ceibo- defiende al ser imaginario que, como pájaro o como flor, va creando belleza

"El árbol muerto ha revivido" dicen las avispas asombradas. y el Ceibo muerto asegura que al sentir al pájaro de fuego en sus ramas creyó que revivía y por eso volvió a florecer.

¿Pero que es un Ceibo?
Un árbol silvestre de la región subtropical de nuestro continente.
y asi como el Copihue es la flor nacional de esta larga y maltratada faja de tierra, la flor del Ceibo es la flor nacional de la República Oriental del Uruguay, y cuenta la tradición que la Flor del Ceibo nació cuando los invasores peninsulares condenaron a morir en la hoguera a una Cacica de los pueblos indígenas de esa región.
Anaí se llamaba. y un poema recuerda su valor:

Anaí, indiecita fea con la voz tan dulce como el agaí
defendiendo altiva tu indómita tribu fuiste prisionera
condenada a muerte prendieron la hoguera
y en tanto tu cuerpo se iba quemando
en roja corola se fue transformando
y el alba asombrada miró tu martirio hecho Ceibo en flor.
Indiecita fea con la voz tan dulce como el Agaí
tu raza no ha muerto perduran sus fueros en la flor rubí.

Porque la flor del ceibo es roja y brillante. Pero Anaí no es la única jefe de una tribu americana que la tradición recuerde. En Cuba, Anacaona encabezará la lucha contra los invasores peninsulares por largo tiempo, hasta que por traición es hecha prisionera y condenada a muerte.
y ¡saben? en Cuba al Ceibo lo llaman Ceibón y es un señor árbol, llega a alcanzar 25 metros de altura. Claro que su flor no es la flor nacional de Cuba.
A mi me parece que hay muchos tipos de Ceibo. En el norte de América del Sur lo llaman Ceiba, pero todas las variedades son de la familia de las bombacaceas como las califican los botánicos.
y así ya ven como un cuento escrito para niños nos trae a la mente otras verdades.

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Presentación Cuentos Infantiles

Se ha llamado... y aún se la suele llamar la cenicienta de la Literatura, al relato, poemas, piezas de teatro, canciones, etc que son creadas para los niños. Sin embargo, esa cenicienta de la Literatura a dado lugar a obras en las cuales, maestros de las letras, se han ganado la inmortalidad. Perrault, los hermanos Grim, Hans Cristian Andersen, Selma Lagerlof, por recordar a algunos.
En nuestro continente, esta maltratada América Morena, una pléyade de escritores han enriquecido y enriquecen esta literatura para niños y adolescentes. Gabriela Mistral, sin ir más lejos, aportó a la literatura infantil no sólo sus Rondas, sino una serie de relatos que pocos conocen. Pero, tal como sería interminable dar a conocer todos los autores y cuentos para niños que deambulan por este mundo, no perdemos la esperanza que los adultos, -escuchando de verdad uno de estos cuentos, recuperen la perdida imaginación de cuando eran niños.
Por eso relataremos cuentos para niños, -y para adolescentes en esta o aquella ocasión-para mostrar la manera como crearon un universo maravilloso y fantástico los escritores que, en diferentes lugares de nuestro continente, supieron presentar el mundo mágico que completa la existencia de los niños y de los adultos.